A veces nos cansamos de que nuestros espacios se vean siempre igual y es entonces cuando nos entra el apuro por reformar nuestra decoración. Sin embargo a la primer duda o dificultad, sea estructural o material, desistimos rápidamente y dejamos las cosas como están.
Si bien muchos cambios o remodelaciones mayores demandan de presupuestos que no siempre estamos en capacidad de invertir, otros cambios y re-acomodaciones no demandan de grandes inversiones de dinero, ni de tiempo para obtener resultados espectaculares. El secreto está, como decimos siempre, en la planificación. Muchas veces los cambios que pensamos gigantes pueden no serlo, y con simples renovaciones como cambiar la ropa de cama, el color de una pared o cambiar los muebles de lugar, pueden generar un gran impacto visual.
Por supuesto que la dificultad de dichos cambios va a depender de múltiples factores, no es lo mismo partir de un dormitorio amplio y luminoso que de uno pequeño y oscuro. Sin embargo siempre hay que tener como premisa tener noción de los recursos y elementos que ya tenemos y cómo los podemos utilizar para así poder potenciar la base estructural con la que contamos y sacarle el mayor provecho a cada uno de nuestros espacios, con sus aciertos y limitaciones.
En un espacio que tiene poca luz natural, debemos siempre procurar optar por colores claros. Por más atractivo que sea por ejemplo un acolchado grafito, un elemento de gran tamaño en un tono tan oscuro no va a ser lo ideal para este caso. Por otro lado para darle vida a una habitación con poca luz sería ideal utilizar un acolchado gris perla y en tal caso darle los toques oscuros con algún accesorio adicional de menor tamaño como almohadones o inclusive algún pie de cama en colores más saturados.
Por el contrario, si contamos con un espacio con buena luz natural, nuestro abaníco de opciones incrementa sustancialmente. Y podemos darle una mayor prioridad a nuestras pereferncias tonales sin tener las implicaciones del impacto de las mismas. Sabemos que no siempre es "fácil" arriesgarse, y qu emuchas veces nos da miedo y no nos animamos a hacer del color un recurso a explotar, lo que muchas veces nos lleva a lograr un ambiente teécnica y estéticamente correcto pero carente de personalidad. Con eso en mente para tu próxima aventura deco te recomendamos tenern en cuenta:
Las dimensiones del espacio: Cuando cuentas con espacios más chicos optá por tonos más suaves para las piezas de mayor dimensión como lo que uses de cubre en tu cama, y reserva los colores más oscuros para los accesorios, sean o no textiles.
Los colores del ambiente: Los muros, los pisos, las puertas y las ventanas; no es lo mismo combinar textiles con un porcelanato gris claro que un parquet cedro. En el caso del parquet, una buena opción para neutralizar ese tono naranja, característico del material, lo ideal sería utilizar una alfombra clara o de fibras naturales a los pies de la cama.
La luz: va a ser siempre un ítem o factor fundamental, que pocas veces es tenido en cuenta. Colores como el off white o el gris perla van a ayudarte siempre a potenciar la luz del espacio, ya que la reflejan. El efecto contrario sucede cuando se opta por utilizar colore oscuros.
Finalmente te recomendamos también tener siempre en cuenta que un ambiente monocromático, si bien tiene su encanto, genera monotonía visual. Por lo que en esos casos el consejo es siempre, aunque sea un toque de cierre, agrega un acento de color o textura que corte el monocromo.
Si no te puedes decidir entre combinaciones, o no sabés cómo utilizar los colores y quieres que te ayudemos escríbenos a silaihomedeco@gmail.com
Comments