En casa solemos tener múltiples espacios, si aún en un monoambiente tienes diferentes espacios, que estén física y visualmente divididos o no, es otra historia. De esos espacios, si hay uno íntimo y personal, es el dormitorio. Por eso, a la hora de pensar alguna reforma, no sólo es importante pensar en función de desonexión y descanso, sino también en la impronta que queremos darle.
Si bien es cierto que durante años, se recomendó la implementación de tonalidades verde azuladas como colores centrales o foco para el dormitorio, por su asociación psicológica a la relajación, hoy día las tendencias indican que, utilizados apropiadamente, los tonos grises y otros saturados, permiten alcanzar muy buenos resultados.
Hoy día, cada vez más la tendencia va a la utilización de materiales nobles, derivados de la naturaleza, como maderas, linos, algodón. Que, además de una estética nórdica, brindan una calidez inigualable a los ambientes.
Lo importante es hacer de este espacio, un entorno agradable, que se sienta propio, donde el confort sea el gran protagonista.
Al considerar que el elemento central de los dormitorios suele ser la cama, seleccionar lo que va a componerla es fundamental. Para elegir la ropa de cama es menester tener en cuenta el punto de partida. Con esto nos referimos a la composición del resto de tu espacio (y que son difíciles de reemplazar/cambiar), si los muros son oscuros o claros, la tonalidad del suelo, el nivel de iluminación, las dimensiones del espacio, etc...
No es lo mismo planificar la ambientación de un cuarto de grandes dimensiones, y luminoso , que permite una mayor libertad de elección, que un dormitorio pequeño con poca luz natural. En este último caso, tonos muy oscuros pueden ser desaconsejables, no sólo porque reducen visualmente el espacio, sino porque tampoco colaboran la iluminación.
Cambiar edredones, fundas y almohadones es una opción rápida, eficaz, y dentro de todo econónmica, de transformar el ambiente con pocos recursos y relativamente rápido.
Antes de elegir el color, hay que recordar que los textiles deben ser de calidad y, preferiblemente, de fibras naturales, como el algodón o lino, por su transpirabilidad, durabilidad, y fácil mantenimiento.
Como dato adicional, te recomendamos intentar, en la medida de lo posible, combinar texturas, y colores ya que brindan un punto focal y son fáciles de renovar
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